Pequeña guía de las reuniones de grupo

En muchos laboratorios de investigación es normal tener una reunión periódica, semanal por ejemplo, en la que se habla de cuestiones de todo tipo y suele haber una presentación corta. Una reunión frecuente y bien estructurada puede ser una pieza fundamental de la vida de un grupo de investigación, y uno de los ‘marcadores’ de un buen líder de grupo.

Aunque la mayoría de investigadores se forman desde el inicio en la cultura de las reuniones de grupo, no es igual ni mucho menos en todos los laboratorios, y puede ser una cuestión importante para los investigadores que acaban de crear su grupo o para los que se preguntan si su rutina habitual tiene aspectos mejorables. Cada IP y cada grupo tiene sus particularidades y no todo funciona igual de bien en todas partes, aunque algunas directrices generales pueden ayudar:

La regularidad (lugar y momento) es una buena idea para programar reuniones de grupo, da tiempo a planificar el resto de la agenda, otras reuniones, experimentos, etc.

El formato puede ser muy variable según el tamaño del grupo y el estilo del IP. Un grupo pequeño puede funcionar bien con una reunión tipo mesa redonda donde cada investigador dedica unos pocos minutos a hablar de su trabajo en marcha. En grupos grandes hace falta algo más de organización para mantener el foco de la reunión, y suele haber alguna presentación con pantalla.

La reunión puede incluir una ‘puesta al día’ por parte del IP, sobre en qué emplea su tiempo, propuestas a convocatorias de ayudas, publicaciones enviadas o rechazadas, contactos y networking, estrategia, uso de labs, etc. Este espacio puede ser delicado en algunos grupos y es mejor introducirlo poco a poco y modularlo según la dinámica pasada del grupo. Bien utilizado tiene muchos beneficios para el grupo: (i) la discusión pública puede ser fuente de nuevos puntos de vista, información, ideas no contempladas por el IP; (ii) la discusión y la información compartida ayuda a construir una visión compartida de equipo, a alinear los intereses personales de cada investigador con el grupo; (iii) es un momento de mucho interés formativo para futuros líderes de grupo.

La reunión de grupo también es un buen momento para discutir resultados de manera informal. Es habitual que la reunión incluya una presentación corta sobre trabajo en marcha por parte de estudiantes de doctorado o postdocs, con resultados más o menos en crudo. Es importante que este momento sea de ayuda para el investigador que presenta, para mejorar su trabajo, avanzar en la interpretación de sus resultados, en la planificación de experimentos futuros, etc., pero que cuando se destaquen errores sea siempre para proponer y discutir soluciones. El propio IP o alguien en el grupo debe encargarse de organizar la rota de presentaciones. Puede ser una buena norma que cuando alguien se incorpora al grupo, o los que realizan una estancia de investigación en el grupo, realicen una presentación lo antes posible sobre su trabajo y experiencia previa. También se puede aprovechar la visita breve de otros investigadores para proponerles que hagan una presentación de su trabajo en nuestro grupo, aunque entonces debe cambiar el formato de reunión y adaptarse a una presentación algo más formal.

Otra forma interesante de presentación, que algunos grupos programan de manera independiente pero que puede ser útil para completar la rota semanal en grupos más pequeños, es un ‘journal club‘, en el que alguien presenta un artículo científico especialmente relevante para el grupo, y se discute con más o menos profundidad su utilidad, sus deficiencias, técnicas empleadas, etc. Es una buena manera también de transmitir en el grupo una rutina sistemática de lectura y análisis de artículos.

Finalmente, la reunión puede ser un buen momento para compartir información de manera eficaz sobre la propia vida de grupo. Se puede pedir opinión sobre las reuniones de grupo en si mismas, comentarios sobre procesos de laboratorio, sobre la dirección científica, cuestiones específicas del grupo, etc. Es una herramienta que depende mucho de la dinámica de cada grupo, y que hay que manejar con cuidado. Si se utiliza bien, puede ayudar mucho al IP a recoger opiniones e ideas que no llegan por otros medios. Si se prefiere que este tipo de discusión no sea en la reunión con todos los investigadores, se pueden hacer encuestas anónimas sobre la vida en el grupo. Es muy fácil hacer una encuesta en google forms para compartir como enlace en un email. Aunque haya alguna pregunta de feedback general es mejor tener una encuesta con preguntas estructuradas.

Tanto la discusión abierta como anónima a través de encuestas es una retroalimentación muy valiosa para mejorar la dirección de un grupo de investigación. Después de todo, todos tenemos siempre algo que aprender, incluso como IPs con décadas de experiencia. Aunque puede ser estresante en algunos momentos, creo que es importante seguir preguntando y revisando la cultura de nuestro laboratorio y la forma en que hacemos las cosas.