Una notas sobre patentes después de asistir a la jornada del martes 18 de octubre en la UPV con representantes de la OEPM y con investigadores de la UPV, y de alguna conversación después con personas más expertas e inteligentes que yo.
>> La actividad de transferencia en España es frágil, con pocos éxitos si comparamos con los indicadores de producción científica y el esfuerzo público invertido. Nos cuesta mucho llevar innovación desde la universidad a la industria. Hay aún muchas patentes que no se licencian. En el caso de la investigación aplicada habría que tener en cuenta y cultivar el origen de las propuestas de investigación. Proteger en la medida de lo posible resultados de investigación ya alineados con un «interés de mercado». Tener en cuenta estas necesidades e interés del mercado a la hora de construir las propuestas de investigación. Como investigadores universitarios es entonces importante poner en marcha y acceder a canales y herramientas para interactuar con las empresas / la aplicación esperada de nuestra investigación. Por ejemplo, se intuye el inicio de un cambio de fondo de las políticas que buscan reforzar la actividad de transferencia en España con más actuación sobre las empresas del entorno local para activar la demanda de innovación [1]. Hay nuevos programas públicos de financiación de la I+D empresarial en los que los investigadores universitarios pueden participar y aprovechar para relacionarse más con empresas relacionadas con su campo.
>> Las patentes son una manera de poner en valor el talento, las ideas y el trabajo de los investigadores. Son una herramienta muy útil, casi siempre imprescindible, para hablar con una empresa o para crear una spin-off. Ocurre que cada vez más las empresas que realizan I+D de manera intensiva prefieren adquirir o asociarse a una empresa start-up o spin-off que ya ha desarrollado un producto y ha hecho una primera validación de mercado [2], más que adquirir una licencia sobre una patente de una tecnología que aún está en fase de prueba de concepto. Esto supongo que es variable por sectores. En el sector biotech salud diría que ya hace unos años que es mayoritariamente así. En el momento en que la nueva empresa universitaria ha conseguido demostrar que su tecnología funciona en un entorno real, con una demanda de mercado suficiente, es necesario un socio con capacidad de invertir para escalar y comercializar la tecnología, lo que especialmente en el sector de la salud suele ser una empresa mucho más grande ya establecida. Teniendo esto en cuenta los investigadores con un resultado protegible deberían considerar las opciones y los tiempos para establecer una empresa spin-off que valide la tecnología de manera más completa, con muchas más posibilidades de ser finalmente transferida a mercado. Las universidades deberían considerar que pueden ofrecer a estos investigadores , como institución, con herramientas de formación, acompañamiento profesional de construcción de una spin-off, inversión semilla, etc.
>> La decisión de cuando patentar es igual o más importante que ya lo era. Si queremos mover la creación de una spin-off los 30 meses hasta fases nacionales pasan muy rápido. Hasta que la patente no está presentada no se puede publicar nada. Ni tesis, ni trabajo final de máster, ni artículo en revista de alto impacto. Este cambio en los caminos preferidos de transferencia, con empresas que buscan tecnología más validada, a poder ser en el seno de una empresa spin-off, afecta a los tiempos en la planificación de la protección de nuevas tecnologías en el entorno universitario. Según el modelo clásico y aún mayoritario, un investigador con una nueva tecnología que empieza a desarrollar puede realizar con bastante rapidez un trabajo de validación en el laboratorio suficiente para presentar una patente, publicar a continuación un artículo científico, y tratar luego de buscar empresas interesadas en una licencia de la patente mientras se continúa trabajando en la tecnología en el laboratorio. Hay básicamente 30 meses para hacer esto sin que sea demasiado caro. Esta patente sin embargo tiene pocas probabilidades de éxito, en el sentido de ser licenciada, atendiendo a las estadísticas de estos años pasados. Si consideramos las opciones para poner en marcha la creación de una empresa spin-off basada en la tecnología patentada hay que contar con tiempo suficiente para madurar la tecnología y la empresa lo suficiente para conseguir inversores, conseguir que la empresa sobreviva los primeros meses después de su creación y pueda hacerse interesante para otras empresas ya en el mercado. Los plazos pasan rápido, y en un máximo de 30 meses desde la presentación de la patente (finalización del procedimiento PCT) es difícil dar todos los pasos si no están mínimamente planificados. A partir de ese momento una patente activa en 10-12 países costará unos 35-40 mil euros anuales de mantener. En definitiva, cuando en un grupo de investigación se empieza a desarrollar una nueva tecnología, y hay unos primeros buenos resultados experimentales, hay que pensar en si en un tiempo breve es posible apoyar la creación de una spin-off desde el grupo, o es mejor esperar a presentar la patente y continuar la validación de la tecnología en el entorno universitario, para extender al máximo el tiempo disponible, entendiendo bien lo que conlleva en cuanto a no publicar artículos científicos. Desde el punto de vista de la estrategia del investigador académico, es probable que según el estado de desarrollo de la tecnología en el momento de poder empezar a publicar haya que elegir entre patentar ya o esperar hasta tener más avanzada la demostración de la tecnología. Si se presenta la patente demasiado pronto es posible seguir trabajando en el camino de transferencia de licencia y validación en laboratorio con proyectos de prueba de concepto con financiación pública, pero quizás sea difícil establecer a tiempo una spin-off robusta, que pueda entrar en rondas de inversión, antes de que la patente entre en fases nacionales y haya que decidir abandonarla o pagar los costes significativos que se generan a partir de ese momento.
[1] https://www.viaempresa.cat/es/economia/dura-realidad-transferencia-tecnologica_2170707_102.html
[2] https://www.universidadsi.es/empresas-spin-off-exoticas-o-habituales/