Una oportunidad para la ciencia española.

El lunes 14 pasado se presentó en el Congreso de los Diputados la nueva Oficina de Ciencia y Tecnología del Congreso, también conocida como Oficina C. Se trata de una iniciativa conjunta del Congreso de los Diputados y la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT). Al acto asistieron investigadores y parlamentarios de todos los grupos y se presentaron los cuatro primeros informes que ha preparado esta nueva oficina de asesoramiento científico para todos los diputados y diputadas, sobre ciberseguridad, hidrógeno verde, avances en el tratamiento contra el cáncer, e inteligencia artificial en salud.

Diez personas seleccionadas de todo el sistema de ciencia español asistieron también a esta presentación. Estas personas hemos estado además durante cuatro días involucrados en una actividad de intercambio de experiencias con los diputados, entre el lunes y jueves de esta semana pasada. El objetivo ha sido conocer mejor cómo es el día a día de los políticos y del proceso legislativo, y cómo la evidencia científica puede contribuir a la toma de decisiones en política. Las decisiones informadas por la ciencia tienen más posibilidades de acertar.

En el marco de este programa de presentación de la Oficina C he tenido la suerte de conocer la actividad en el Congreso de los Diputados de la mano del diputado por Álava Iñaki Ruiz de Pinedo (@RuizdePinedo). Ha sido una experiencia extraordinaria que recomiendo totalmente para futuras ediciones. Hay un consenso creo en que ha superado mucho las expectativas de tanto las diez personas relacionadas con la ciencia como de los diputados participantes.

El objetivo de la nueva Oficina C es favorecer políticas informadas por la evidencia, recoger la evidencia científica sobre temas de interés y sintetizarla para uso de todo el arco parlamentario. En las conversaciones con los diputados ha quedado claro que la política está totalmente dispuesta e interesada en tener esta información. Va a ser muy útil para mejorar el proceso legislativo, y cada vez más porque la ciencia y la tecnología progresan cada vez más rápido. El poder legislar de manera acertada y rápida con un soporte robusto en la evidencia científica tiene dos efectos muy importantes: en primer lugar, nueva legislación es necesaria para proteger al consumidor en cuestiones ya presentes en la sociedad, pero sin claridad legal. Además, el que el uso de nuevas tecnologías y avances prometedores no esté reflejados en la legislación vigente supone una incertidumbre y una barrera para continuar su desarrollo y su comercialización. Si hay una buena legislación en España en estas cuestiones en las que la evidencia científica es parte importante, las empresas españolas podrán ser pioneras y líderes en el mundo. El hidrógeno verde puede ser un ejemplo concreto de esta oportunidad única para España de unir ciencia y política.

La iniciativa ha tenido para mi un impacto inesperado, al conocer de cerca todo el trabajo que ocurre en el Congreso de los Diputados. Valoro ahora personalmente mucho más la labor y dedicación de los parlamentarios. Su señoría Ruiz de Pinedo ha sido muy accesible, y he podido compartir con él muchas conversaciones de un valor difícil de cuantificar. He visto muchas horas de trabajo y dedicación en él y en los parlamentarios con los que hemos interaccionado.

La nueva Oficina C tiene ahora la tarea compleja de convertirse en un instrumento eficaz de asesoramiento científico en el centro legislativo nacional. No se trata de prescribir qué políticas se deben adoptar, pero sí de informar sobre cuál es la realidad a la que deben responder esas políticas. La experiencia de esta semana pasada creo que va a ser muy útil para que los diputados y diputadas refuercen su conexión con el mundo científico. Además, es un modelo que puede ser transladable a otras estructuras legislativas, en particular los parlamentos regionales.